lunes, 4 de octubre de 2010

Empresario: piensa en tu futuro.


Comenzar y llevar un negocio puede ser un reto, al igual que el inicio de una carrera profesional y el ascenso dentro de ella. La mayoría de los profesionales y propietarios de negocios están demasiado ocupados en las tareas del día a día o año a año para llevar un plan de retiro. Pero el ser proactivo en los negocios siempre es útil, especialmente ahora. ¿Recuerdas no haber comprado ese producto que un mes después sabias que debías haberte surtido? O, ¿Alguna vez te has quedado con un producto que valía más un mes antes? La mayoría de nosotros nos podemos relacionar con esas situaciones Si tan solo el comprador o el vendedor hubiera anticipado la situación, estarían económicamente mejor el día de hoy.

Ya que ninguno de nosotros puede predecir el futuro, tener un plan para anticipar futuros escenarios puede ayudarnos a ganar ventajas económicas. Esta regla se mantiene para los negocios. El plan de retiro está pensado como un dispositivo para que el empleado o propietario piense en el futuro y sirva como una guía en los momentos decisivos.

Comenzando

Es importante que adoptes una actitud de “Que tal si...” cuando piense en los planes de retiro. Deberás tener soluciones para las siguientes situaciones: ¿Qué debo hacer si me incapacito durante mi trayectoria profesional? ¿Qué pasa si la economía entra en una depresión? El orden de las palabras no importa, este tipo de mentalidad permite que usted cubra un amplio rango de contingencias.

Aunque podría ser útil hacer una lista de varias contingencias, es posible que no puedas hacer un plan para cada situación que surja. Es más importante considerar los escenarios más factibles. De ahí, crear un plan describiendo las acciones y políticas para seguir en caso de que el evento ocurra.

Lo importante es que como primer paso se defina una meta. Obviamente, la meta principal en un plan de retiro es lograr los mejores resultados. Las metas en el plan no son tan importantes como el plan en si.

Una vez dado el primer paso, evalúa la opción que deseas en el tiempo. Esto se puede revisar de dos formas; una es dependiendo la capacidad de pago que tengas. Es decir, puedes querer para tu retiro un millón de dólares pero si la participación anual que puedes hacer no llega tan alto, entonces inície su plan con lo que esté a su alcance y en el tiempo vas incrementando tus aportes.

Es mejor ir dirigiendo los pendientes ahora en vez de esperar que los problemas lleguen. Un asunto prioritario inconcluso puede resultar un dolor de cabeza.

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